Alejandro Tolmos. Campeón de Jiu Jitsu.
¿Cómo llegaste al jiu jitsu?
Toda mi vida hice deporte. Un tiempo quería ser hasta jugador de fútbol profesional… Jugaba bien, pero me iba mal en el colegio, y perdí interés. Un día viajé a Estados Unidos a acompañar a mi papá y empecé a ver lo que se llaman las Artes Marciales Mixtas…
Claro, son un boom en los EEUU…
Sí. Y dentro de las artes marciales mixtas, un arte muy importante es el jiu jitsu. Estuve un mes en Florida. Todo el día paraba viendo las peleas, pero quería hacer algo. Dije: ya, ¡jiu jitsu! La primera vez que vi una clase, dije: no, esto es muy avanzado, no puedo…
¿Qué te convenció?
Nada, me dijeron: igual, ven. Estuve un mes y me gustó la experiencia. Luego regresé al Perú y, por dos años, que estuve terminando el colegio, no hice nada de jiu jitsu. Luego me fui con mi familia a California, y ahí volví a practicarlo en un Gracie Barra (escuelas de jiu jitsu brasileño) cerca de mi casa. Estuve nueve meses y nos regresamos.
¿Pero cuándo te apasionas?
Cuando regresé. Lo primero que hice fue buscar en qué academia iba a entrenar y desde ahí no he parado… Llevo entrenando cuatro años y siempre constante, seis veces a la semana.
¿Qué tiene el jiu jitsu para ti que no tengan otras artes marciales?
A diferencia de otras, como box o muay thai, donde hay golpes, en el jiu jitsu sparring, que es la pelea, podemos ir al cien por ciento, porque, como no hay golpes, si pasa algo, simplemente tapeas (te rindes) y se acabó.
Pero, teóricamente, con el jiu jitsu puedes matar a alguien estrangulado.
Lo matas si aguantas el estrangulamiento por mucho tiempo. No es como en las películas que lo agarran un ratito, se desmaya y está muerto. Hay una llave, Mata León, que tienes que aguantar al tipo un minuto y medio o dos, desde que se desmaya, y ahí sí lo matas. Alguna vez a mí me han desmayado, pero simplemente te levantas y pasó.
¡Qué intenso ha de ser eso!
Es que hay unos ahorques en los que crees que estás bien, que estás respirando y, de la nada, puf, te apagas. Tienes que darte cuenta rápido de que tienes que tapear. Si no, te desmayas.
¿Te ha pasado?
Me pasó feo en una competencia, que estaban mi mamá, mi hermana, mi abuela, y medio que convulsioné, pero me levanté. Algunas veces me ha pasado entrenando, cuando hacemos técnicas. Se supone que no debe haber ningún peligro, pero, a veces, sin darte cuenta, te desmayas (risas).
¿Tú has desmayado a mucha gente?
No buscas necesariamente desmayar. Si fuera en la calle, tal vez, la forma de parar una pelea sea desmayando al otro. Pero en entrenamiento lo hice una vez, también de casualidad. No es lo más frecuente ni es que en cada entrenamiento alguien se pare desmayando.
¿Y has podido usarlo en una experiencia de defensa real?
Por suerte nunca me he tenido que pelear en la calle. Ahora, lo que más se practica es el jiu jitsu competitivo y ahí no hay golpes, pero los fundadores, que son los Gracies (familia fundadora del Jiu Jitsu brasileño), utilizan solo técnicas que se pueden usar en situaciones reales.
¿Qué se tiene que tener para ser sobresaliente en jiu jitsu brasileño?
Pucha, igual que todos, disciplina, entrenar todos los días. Porque hay tantas técnicas, tantas variaciones, es tan complejo, que, si no repites lo que te enseñaron ayer, al día siguiente te olvidas. Ahora que es tan competitivo, no basta con solo ser técnico, sino tienes que estar fuerte, ágil, elástico…
¿Y lo mental es importante?
Sí. Igual, todos los deportes que son uno a uno, como el tenis o las artes marciales, es fuerte el tema mental. Tienes que creértela, porque no tienes un equipo: te tienes a ti mismo.
¿Hay una filosofía tras el jiu jitsu?
Sí, se podría decir que el jiu jitsu está hecho para que el más débil le gane al más fuerte a través de técnicas que funcionan. Por ejemplo, si alguien se pone violento, uno que sabe muay thai lo va a tener que noquear, patear, golpear para pararlo. En cambio yo lo podría inmovilizar solo a través de agarres, sin hacerle daño.
¿Se puede vivir del jiu jitsu?
Sí. El más alto nivel, la elite, gana a través de seminarios: un gimnasio grande, 70 personas y él da una clase maestra. Un montón de gente se muere por ir. Yo, si quisiera, podría entrenar, literalmente, con el mejor del mundo. Pero eso sucede solo en jiu jitsu. En cambio, si te gusta el fútbol, nunca podrás ir a una clase particular con Leonel Messi y Cristiano Ronaldo (risas).
¿Ese es tu objetivo?
Probablemente en el futuro me gustaría tener una escuela. Ahora he empezado justo a dictar clases en la academia en la que entreno. Clases para la gente que recién está empezando, cinturones blancos… De hecho tengo bastante experiencia y puedo enseñar bastantes cosas. Y luego de dar clases me quedo a la clase avanzada para yo seguir aprendiendo.
¿Se termina de aprender jiu jitsu?
No. En jiu jitsu nunca vas a llegar a un punto en el que digas: ya lo sé todo. Uno, porque va evolucionando. Literalmente, para una llave hay veinte contras, y para esas veinte contras hay otras veinte contras para cada una… Es infinito.